
Actualmente estamos entrando en la Cuarta Revolución Industrial (4IR), que es la era de la tecnología y la automatización que cambiará por completo la forma en que trabajamos.
La digitalización en el lugar de trabajo ha remodelado las empresas tanto tradicionales como modernas, lo que las ha obligado a reevaluar cómo su cultura apoya a la fuerza laboral cada vez más flexible.
Entonces, ¿cómo pueden las empresas comenzar a avanzar hacia la 4IR? Para empezar, será esencial mantener a todos los empleados informados.
Las organizaciones 4IR no tienen una cadena de mando. En cambio, el lugar de trabajo debe consistir en una variedad de personas que compartan sus propias habilidades únicas.
Además, los empleados deben esperar un mayor nivel de transparencia de los directores ejecutivos. Hacerlo permite a las empresas crear una cultura que responsabiliza a sus líderes y permite que los trabajadores se sientan cómodos expresando sus opiniones.
La agilidad y la adaptabilidad también juegan un papel fundamental para las empresas 4IR. 2020 fue un ejemplo perfecto de por qué es importante que las organizaciones estén preparadas para adaptarse a los obstáculos externos.
Las empresas con capacidad de toma de decisiones rápida tienen más probabilidades de mantenerse a flote durante una crisis como la pandemia en curso.
Junto con esta agilidad está la necesidad de flexibilidad y libertad. Si 2020 enseñó algo a la fuerza laboral, es que los empleados pueden realizar su trabajo desde cualquier lugar.
Permitir que los trabajadores elijan cuándo y dónde trabajar no solo mejora la experiencia del empleado, sino que también conduce a una mayor productividad y eficiencia.
La sociedad ha asociado durante mucho tiempo la automatización con la pérdida de empleo. Si bien la Oficina de Estadísticas Nacionales ha descubierto que casi el 7,4% de los trabajos en Inglaterra corren el riesgo de volverse obsoletos debido a la automatización, eso no significa necesariamente que las oportunidades se disipen.
Según el Foro Económico Mundial, las máquinas podrían eliminar 85 millones de puestos de trabajo para 2025 y, al mismo tiempo, crear 97 millones de nuevos puestos de trabajo.
Es comprensible por qué las empresas están recurriendo a la automatización para las tareas diarias. Por ejemplo, el minorista de comestibles en línea Ocado invirtió recientemente en almacenes totalmente automatizados en el Reino Unido, lo que le permitió mejorar su eficiencia y precisión.
Además, estas máquinas pueden trabajar las veinticuatro horas del día y su mantenimiento es más económico que el de emplear humanos.
Desafortunadamente, esto significa que la automatización limita las oportunidades para los empleados en sus roles existentes, particularmente aquellos en la industria manufacturera e incluso aquellos en trabajos financieros y contables.
Sin embargo, los trabajos que se consideran “altamente calificados” y requieren contacto humano, experiencia, empatía y creatividad tienen el menor riesgo.
Aún así, la automatización puede abrir la puerta a más oportunidades de mejora de las habilidades para los empleados y crear más puestos de trabajo para trabajar junto con esta tecnología.
Esta es una buena noticia para el bienestar en el lugar de trabajo, ya que las investigaciones han indicado que la disminución de las tareas monótonas aumenta la satisfacción y la productividad.
En general, a medida que las empresas realicen la transición a un lugar de trabajo más automatizado, deberán enfatizar la importancia de volver a capacitarse y mejorar sus habilidades para ayudar a los empleados a adaptarse al futuro cambiante del trabajo.
Si bien algunas empresas han sido cautelosas con los acuerdos de trabajo remoto durante años, muchas pronto se dieron cuenta de que la productividad seguía siendo constante y comenzaron a reconsiderar sus estrategias de oficina para el futuro.
Ahora, las organizaciones se niegan a renovar los contratos de arrendamiento u optan por algo más a corto plazo y permiten que sus empleados sigan trabajando de forma remota.
Sin embargo, algunos trabajadores han expresado problemas de aislamiento, fatiga de Zoom y la incapacidad de separar el trabajo y la vida familiar con este arreglo. Esto ha llevado a las empresas a incluir un regreso parcial a la oficina después de la pandemia.
Esto significa que la oficina se verá muy diferente en el futuro. En cambio, será un lugar que promueva una cultura híbrida donde algunas personas trabajan de forma remota, mientras que otras llegan a la oficina con horarios flexibles.
El cambio a este modelo permitirá que quienes están en la oficina se sientan más iguales que sus contrapartes que trabajan a distancia, ya que esos empleados seguirán sujetos a los mismos estándares en términos de hacer el trabajo y mantenerse comprometidos en las reuniones.
Además, se modificará la forma en que los lugares de trabajo híbridos ven el tiempo de vacaciones. Ahora, los empleados pueden decidir hacer un viaje por el mundo sin dejar su trabajo atrás.
Una oficina híbrida también significa que encontrar talento ya no está limitado geográficamente. La tecnología remota permite a las empresas tener acceso a grupos de talentos en todo el mundo, al mismo tiempo que pueden establecer una conexión con sus colegas.