¿Son los grandes parques eólicos y solares la solución para la crisis climática?
La energía eólica y la solar son dos fuentes renovables que pueden ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y a frenar el calentamiento global. Sin embargo, no todas las formas de aprovechar estas energías son igualmente sostenibles y beneficiosas para el medio ambiente y la sociedad. En este artículo, vamos a analizar los pros y los contras de los grandes parques eólicos y solares, y a compararlos con el autoconsumo, una alternativa más eficiente, limpia y justa.

Los grandes parques eólicos y solares: ¿una oportunidad o una amenaza?
Los grandes parques eólicos y solares son instalaciones que ocupan grandes extensiones de terreno o mar para producir electricidad a partir del viento o del sol. Estas instalaciones tienen algunas ventajas, como:
Aprovechan recursos naturales inagotables y autóctonos, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles importados.
No emiten gases contaminantes ni residuos peligrosos, contribuyendo a mejorar la calidad del aire y la salud pública.
Son competitivas económicamente, ya que han reducido sus costes de producción gracias al avance tecnológico.
Generan riqueza y empleo en el sector de las energías renovables, impulsando la innovación y el desarrollo.
Sin embargo, estos beneficios no deben hacernos olvidar los inconvenientes que también conllevan, como por ejemplo:
El impacto paisajístico y la pérdida de biodiversidad en zonas naturales y rurales. Estas instalaciones alteran el entorno visual y sonoro, y pueden afectar a la flora y la fauna, especialmente a las aves y los murciélagos. Además, pueden generar conflictos con el uso del suelo y los derechos de propiedad de los habitantes locales.
La generación de una burbuja especulativa que es ajena a la urgencia climática. Muchos de los proyectos de grandes parques eólicos y solares responden a intereses económicos de grandes empresas o fondos de inversión, que buscan rentabilizar sus activos sin tener en cuenta el bien común. Estos proyectos pueden acaparar las ayudas públicas y los recursos naturales, dejando de lado otras opciones más sostenibles y participativas.
La falta de control real del impacto medioambiental que tienen estas instalaciones. La actual avalancha de proyectos de renovables tiene desbordada a la administración, que no puede garantizar una evaluación rigurosa y transparente de los efectos que tendrán estas instalaciones sobre el medio ambiente y la sociedad. Además, muchas veces se obvian o minimizan los impactos indirectos o acumulativos que pueden generar estas instalaciones a largo plazo.
El escaso empleo que generan en el campo y el daño al turismo rural y la agricultura local. Los parques eólicos y solares no crean muchos puestos de trabajo en las zonas donde se instalan, ya que funcionan de forma automática y requieren poco mantenimiento. Por el contrario, pueden perjudicar a las actividades económicas tradicionales del medio rural, como el turismo o la agricultura, que dependen de la calidad del paisaje y del entorno natural.
La dependencia de las condiciones meteorológicas y la necesidad de almacenar la energía excedente. Los parques eólicos y solares producen electricidad de forma intermitente, según sople el viento o brille el sol. Esto implica que se necesita contar con sistemas de almacenamiento o respaldo para garantizar el suministro eléctrico en todo momento. Estos sistemas pueden suponer un coste adicional y un mayor impacto ambiental.

El autoconsumo: una alternativa más eficiente, limpia y justa
El autoconsumo consiste en generar y consumir electricidad renovable en el mismo lugar donde se produce, sin necesidad de conectarse a la red eléctrica. El autoconsumo tiene muchas ventajas frente a los grandes parques eólicos y solares, como:
El ahorro económico y la reducción de la factura eléctrica. Al producir tu propia electricidad, puedes evitar los costes asociados al transporte y la distribución de la energía, así como los impuestos y peajes que se aplican al consumo eléctrico. Además, puedes beneficiarte de las ayudas públicas o incentivos fiscales que existen para fomentar el autoconsumo.
La independencia energética y la seguridad de suministro. Al generar tu propia electricidad, puedes reducir tu dependencia de las compañías eléctricas y del mercado mayorista de la energía, que son volátiles e inestables. Además, puedes evitar los cortes o las caídas de tensión que se pueden producir en la red eléctrica por causas externas.
La contribución a la transición ecológica y la lucha contra el cambio climático. Al producir tu propia electricidad renovable, puedes reducir tu huella ecológica y tus emisiones de gases de efecto invernadero. Además, puedes optimizar el uso de la energía, evitando las pérdidas que se producen en el transporte y la distribución de la electricidad desde los grandes parques eólicos y solares hasta los puntos de consumo.
La creación de empleo local y el fomento de la economía circular. Al apostar por el autoconsumo, puedes generar oportunidades laborales en tu entorno cercano, tanto en la instalación como en el mantenimiento de los equipos generadores. Además, puedes impulsar la economía circular, al reutilizar o reciclar los materiales empleados en la producción de electricidad renovable.
La democratización del sistema energético y el empoderamiento ciudadano. Al producir tu propia electricidad, puedes participar activamente en la gestión de la energía y tener un mayor control sobre tu consumo eléctrico. Además, puedes formar parte de comunidades energéticas locales, que son agrupaciones de personas que comparten la generación y el consumo de electricidad renovable, favoreciendo la solidaridad y la cooperación entre vecinos.

Conclusión
Los grandes parques eólicos y solares son una forma de producir electricidad renovable que tiene algunos beneficios, pero también muchos inconvenientes. Estas instalaciones pueden generar impactos negativos sobre el medio ambiente y la sociedad, especialmente en zonas naturales y rurales. Por eso, es necesario apostar por otras formas de aprovechar las energías eólica y solar que sean más sostenibles y beneficiosas para todos. El autoconsumo es una de ellas, ya que ofrece ventajas económicas, ambientales y sociales. El autoconsumo es una forma de producir y consumir electricidad renovable que respeta el entorno natural, fomenta el desarrollo local y democratiza el sistema energético. Por eso, desde Tus Aldeas te animamos a que te sumes al autoconsumo y a que difundas sus bondades entre tus familiares, amigos y conocidos. Juntos podemos hacer frente a la crisis climática y construir un futuro más verde y justo. ¿Te apuntas?