Algunas facetas de la vida moderna son ampliamente conocidas por causar daños ambientales: volar al extranjero, usar artículos de plástico desechables e incluso conducir hacia y desde el trabajo, por ejemplo. Pero cuando se trata de nuestra ropa, los impactos son menos obvios.
En los últimos años está habiendo un despertar sobre cuán destructiva es la industria de la moda para el medio ambiente. Nuestro deseo de ropa barata que está de moda hoy y se tira mañana tiene un enorme impacto ambiental negativo. Entonces, ¿qué tan mala es realmente la contaminación de la moda?

Estos son algunos datos esclarecedores sobre los impactos de nuestro consumo de ropa según el Foro Económico Mundial :
La industria de la moda produce el 10% de todas las emisiones de carbono de la humanidad y es el segundo mayor consumidor del suministro de agua del mundo. Debido a las enormes cantidades de agua que se utilizan para producir ropa, la industria de la moda seca ríos y lagos.
El problema sigue empeorando, porque cada año compramos más ropa. Si el sector de la moda continúa con su trayectoria actual, esa parte del presupuesto de carbono podría aumentar al 26% para 2050 .
Se necesitan alrededor de 2.500 litros de agua para producir una camisa de algodón . Eso es suficiente agua para que una persona beba al menos dos litros por día durante tres años y medio. Esto solo para una camisa...Se necesitan alrededor de 7.500 litros de agua para producir unos vaqueros vaqueros. Esto se debe a que ambos están hechos de algodón, que requiere mucha agua para crecer.
El teñido de textiles es el segundo mayor contaminador de agua del mundo, ya que el agua sobrante del proceso de teñido a menudo se vierte en zanjas, arroyos o ríos. La industria de la moda es responsable del 20% de toda la contaminación industrial del agua en todo el mundo.
El 85% de todos los textiles terminan en el basurero cada año. El equivalente a un camión de basura lleno de ropa se quema o tira a un vertedero cada segundo.
Debido a que la mayoría de la ropa contiene al menos algunas fibras no naturales (es decir, telas a base de plástico como el poliéster), al lavar la ropa se liberan al océano 500.000 toneladas de microfibras cada año, el equivalente a 50.000 millones de botellas de plástico.
La producción de poliéster libera de dos a tres veces más emisiones de carbono que el algodón, y el poliéster no se descompone en el océano.

¿Qué puedo hacer para reducir mi propia contaminación por moda?
Compra menos.
La mayoría compramos mucha más ropa de la que realmente necesitamos y solo usamos con regularidad alrededor del 20 % que tenemos. La próxima vez que estés contemplando una prenda para adquirirla, piénsalo dos veces. ¿Realmente lo necesitas? ¿De verdad vas a usarla más de una o dos veces? Si no, déjala en el estante.
Compra usado.
Hay un montón de tiendas que venden ropa de segunda mano a precios económicos, tanto de marca como sin ella. Estarás ayudando a mantener estos artículos fuera del vertedero y evitando la necesidad de fabricar más ropa nueva.
Compra de mayor calidad.
Gasta un poco más para conseguir un par de zapatos bien hechos que duren años en lugar de comprar un par más barato que se desgastará en uno o dos. Las grandes cadenas son famosas por vender moda barata que no dura. Invierte en algunas piezas que se mantendrán firmes con el tiempo. Y ten en cuenta que cualquier prenda de vestir que sea súper barata probablemente solo lo sea porque los trabajadores no reciben un pago o un trato justo y/o trabajan en condiciones de explotación.
Resiste las tendencias.
Uno de los mayores problemas, con la forma en que consumimos ropa, es la cultura de los influencers de redes sociales y la presión de tener siempre los mejores looks nuevos. Hay que reconocer que los anunciantes nos están bombardeando continuamente esta narrativa y tenemos que saber obviarla.
Alquila tu próximo atuendo para ocasiones especiales.
Si tienes un evento próximo y necesitas un vestido especial para una noche y probablemente nunca lo vuelva a usar, considera alquilarlo. El resultado va a ser el mismo y ahorrarás dinero, espacio en tu armario y mucho CO2.
Dona ropa a organizaciones sociales locales.
Estas asociaciones organizan periódicamente roperos solidarios para abastecer de todo tipo de prendas a personas sin recursos y en riesgo de exclusión social. Qué mejor forma de darle una segunda oportunidad a esas prendas que ya no usas, pero que pueden ser tremendamente útiles para otra persona.
Compóstalo.
Sí, puedes compostar la tela SI está hecha 100% de fibras naturales como algodón, lana, lino, etc. (No compostes fibras artificiales como poliéster o mezclas). La ropa y las telas tardarán bastante tiempo en descomponerse, así que corta la tela en pedazos pequeños para acelerar el proceso y entiérrela en algún lugar donde no se la toque durante los años que tardará en descomponerse.
Recíclalo.
Si eres una persona astuta, hay muchas formas creativas de tomar retazos de tela y convertirlos en cordeles, alfombras, relleno de almohadas y más, ¡incluso puedes montar tu propio negocio!

En definitiva, con la moda y la industria textil, como en otros tantos casos, podemos y debemos ser más cautelosos, solidarios y ecológicos. Pequeños gestos individuales pueden hacer que el medio ambiente se sienta agradecido, a la vez que ayudamos a las personas más desfavorecidas.