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¡Salvad a las abejas!

La vida en nuestro planeta depende de una red delicada de interacciones y equilibrios. Entre los seres vivos que desempeñan un papel fundamental se encuentran las abejas, responsables de polinizar una amplia variedad de plantas, incluyendo muchos de nuestros cultivos alimentarios. Sin ellas, la producción de alimentos se vería gravemente afectada, lo que podría llevar a su escasez y a precios más altos. Además, la disminución de las abejas afecta la diversidad de especies y la estabilidad del ecosistema, ya que muchas otras especies dependen de la polinización para su supervivencia. La reducción de las poblaciones de abejas también puede tener un impacto económico significativo, ya que la agricultura y la apicultura se verían afectadas negativamente.

Abeja en flor blanca

Se estima que en los últimos 15 años, la población de abejas a nivel mundial ha disminuido hasta en un 20 por ciento, siendo Estados Unidos y España algunos de los países con mayores bajas. Estudios científicos han logrado por primera vez hacer una cartografía de la distribución de las 20.000 especies de abejas que existen en el planeta. El nuevo mapa global ayudará en la conservación de los insectos de los que la humanidad depende para la polinización de los cultivos, según estudios de investigadores de Singapur y China. Las abejas se enfrentan a una enorme presión sobre el número de su población debido a la pérdida de hábitat y el uso de pesticidas. Sin embargo, se sabe poco sobre la variedad de especies que viven en todos los continentes, excepto en la Antártida: desde diminutas abejas sin aguijón hasta abejas del tamaño del pulgar de la mano.


Este riesgo de extinción se debe en gran parte a las actividades humanas: los cambios a gran escala en el uso de la tierra, las prácticas agrícolas industrializadas, como los monocultivos, y el uso perjudicial de pesticidas han contribuido a destruir sus hábitats y reducir sus fuentes de alimento disponibles. La globalización también ha facilitado la transmisión de parásitos y otras especies invasoras que se alimentan de las abejas, como el avispón asiático, que puede diezmar colmenas enteras en cuestión de horas. El calentamiento global también juega un papel importante en la amenaza a la población de abejas. El aumento de las temperaturas, las inundaciones, las sequías y los cambios en las temporadas de floración de las plantas afectan los ecosistemas de las abejas, reduciendo su idoneidad para el medio ambiente y amenazando su supervivencia.

La primera evaluación de todas las especies europeas de abejas silvestres muestra que el 9.2% está en peligro de extinción, mientras que el 5.2% se considera probablemente amenazado en un futuro próximo. Un total del 56.7% de las especies se clasifican como Deficientes en Datos, ya que la falta de expertos, datos y financiación ha hecho imposible evaluar su riesgo de extinción.


La disminución de las abejas puede tener un impacto significativo en los humanos, ya que son los principales insectos polinizadores de muchos de nuestros alimentos básicos. Se estima que polinizan el 70% de las 100 especies de cultivos que alimentan al 90% del mundo. La pérdida de todas las plantas que polinizan afectaría negativamente a los pequeños animales que se alimentan de esas plantas, lo que resultaría en menos especies de presas para los animales carnívoros más grandes y así sucesivamente en la cadena alimentaria. Además, la cantidad de productos frescos disponibles para nosotros también cambiaría significativamente. Al entrar en un supermercado, podríamos esperar encontrar la mitad de la cantidad de frutas y verduras que están disponibles hoy en día.


En términos de agricultura, la pérdida de abejas alteraría dramáticamente los sistemas alimentarios humanos, pero es poco probable que conduzca a una hambruna. La mayoría de las calorías humanas todavía provienen de granos de cereales, que son polinizados por el viento y, por lo tanto, no se ven afectados por las poblaciones de abejas. Sin embargo, dado que juegan un papel crítico en la polinización de varias plantas y cultivos, su disminución en todo el mundo significa un creciente riesgo para la nutrición de las personas que viven en áreas más dependientes de esos alimentos.


Por todo esto, no podemos dejar de decir: ¡Salvad a las abejas!.

Abeja en flor amarilla

Hay varias cosas que podemos hacer para ayudar a las abejas. Aquí hay algunas sugerencias:

  1. Planta un jardín de abejas: Una de las mayores amenazas para las abejas es la falta de un hábitat seguro donde puedan construir hogares y encontrar una variedad de fuentes de alimentos nutritivos. Al plantar un jardín de abejas, puedes crear un refugio seguro para las abejas con flores ricas en polen y néctar.

  2. Evita el uso de productos químicos: Los pesticidas sintéticos, fertilizantes, herbicidas y neonicotinoides son perjudiciales para las abejas, afectando sus sistemas sensibles. Un jardín puede prosperar sin estos productos químicos perjudiciales.

  3. Proporciona árboles para las abejas: ¿Sabías que las abejas obtienen la mayor parte de su néctar de los árboles? Cuando un árbol florece, proporciona cientos, si no miles, de flores para alimentarse. Los árboles no solo son una gran fuente de alimento para las abejas, sino también un hábitat esencial.

  4. Crea un baño para abejas: Las abejas tienen mucha sed mientras recolectan y recolectan néctar. Llena una bañera o tazón poco profundo con agua limpia y coloca piedras y guijarros adentro para que rompan la superficie del agua. Las abejas aterrizarán en las piedras y guijarros para tomar una bebida larga y refrescante.

Abeja en flor lila

Resumiendo y como alegato final, se puede asegurar que la disminución de la población de abejas es un problema global que afecta a la biodiversidad y a la producción de alimentos. Las abejas son los principales polinizadores de muchos cultivos y plantas silvestres, y su disminución puede tener un impacto negativo en la producción de alimentos y en la biodiversidad. Las causas de esta disminución incluyen la pérdida del hábitat, el cambio climático, el uso de pesticidas, los parásitos y enfermedades y las especies invasoras. Aunque no hay datos científicos que den una imagen completa, hay evidencia de una disminución considerable en los polinizadores, debido principalmente a las actividades humanas. Para ayudar a las abejas, podemos plantar jardines de abejas, evitar el uso de productos químicos perjudiciales, proporcionar árboles para las abejas y crear baños para abejas. Al tomar medidas para proteger a las abejas, podemos ayudar a asegurar un futuro sostenible para nuestro planeta


Fuentes:

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